- "No vengas a rezar a mi escuela y no iré a pensar a tu iglesia."
- "Estoy en contra de la religión porque nos enseña a estar satisfechos con no entender el mundo".

martes, 9 de octubre de 2012

Una nota optimista - parte 2

Al grano:
Lo que tenía en mente decir era más o menos, que no todo en la vida es cambiar la sociedad por otra nueva y mejor. La vida es mucho más. Es buscarse la vida y ser feliz. No se puede esperar, para ser feliz y disfrutar de la vida, a que llegue la sociedad perfecta. Ni a que la vida sea perfecta, tampoco. No sé por qué a veces nos dejamos llevar por esa sensación de "exigir que la vida sea justa, perfecta, feliz". Pero bueno, ciñéndonos al tema "sociedad", la cosa es que para influir sobre la sociedad podemos hacer... algo, alguna cosa; sin embargo para influir sobre nuestra propia vida normalmente podemos hacer mucho más. Diría que por norma general (por lo menos) cada uno es la persona que más puede influir sobre la propia vida. Digo como norma general, porque hay personas dependientes (bebés, niños, ancianos, enfermos, accidentados...), así como recluidos a la fuerza (secuestrados, prisioneros de guerra, prisioneros no de guerra, hospitalizados forzados por motivos de salud mental, inmigrantes de países pobres forzadas a prostituirse...), que dependen a veces casi totalmente de otras personas, de su madre, de su carcelero, de su psiquiatra (algunas de estas categorías se solapan), quizá incluso más que de sí mismos. También pienso en los condenados cuya suerte depende de un juez, de un jurado, o de un legislador o gobernante o tirano (algunas de estas categorías se solapan). Y digo como norma general "por lo menos", porque un poco, de la piel para adentro, ciertamente siempre uno es el dueño último y único al menos de decidir "cómo tomárselo", o de hacer lo posible para concentrar la atención en lo que uno desea. Al decir esto estoy pensando en el caso extremo de la relativa libertad que puede tener, por ejemplo, una persona bajo tortura. Tan relativa es que por eso digo "como norma general".
Sea como norma general o siempre o algunas veces, que las decisiones de cada uno son las más influyentes en su propia vida, el caso es que las decisiones que cada uno puede tomar sobre su propia vida son las únicas interesantes. Las decisiones sobre mi vida que podrían tomar el rey de Marruecos, o el rey de España (ya sé que "es" con mayúscula, pero no me da la gana, aprovechando que aún no lo condena la Audiencia Nazional) sobre mi vida... no es exactamente que no sean interesantes, sino simplemente que poco puedo hacer, son cosas que no están a mi alcance, y me interesa concentrarme en las que están a mi alcance. Intentar decidir en lo posible a qué dedicar el tiempo, invertir el tiempo y el esfuerzo lo mejor posible para disfrutar lo más posible. Incluso si disfrutar lo más posible significa trabajar gratis para personas con peor suerte (o animales, o plantas). Intentar decidir en lo posible cómo tomarme las desgracias, los inconvenientes, los golpes de suerte, buena o mala.
....(CONTINUARÁ?)

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